Hace
unos días, caminando hacia la facultad me crucé con un camión con publicidad de
la tienda de juguetes Juguettos. En la puerta trasera bajo el nombre de esta
compañía estaba escrito el eslogan de la misma: “El país de siempre jugar”.
Este juego de palabras que transforma uno de los lugares fantásticos más
conocido por los niños me pareció sin embargo bastante difícil de comprender para
ellos, teniendo en cuenta que son el público al que va dirigido. Si bien es cierto
que en realidad los compradores son adultos y pueden identificar perfectamente
cuál es el referente de esta cita y comprenderlo pese a la agramaticalidad, los
niños son los verdaderos consumidores del producto y en mi opinión esta anomalía semántica sobra cuando la intención no es solo captar su atención sino que
también comprendan el significado. Aunque este tipo de "incorrecciones" estén admitidas en la literatura y la publicidad, no me parece correcto atraer a los
niños con un eslogan que si bien es cierto puede ser pegadizo en realidad
podría ser poco beneficioso para que estos aprendan, de forma correcta el uso
de la lengua.

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